jueves, 19 de junio de 2014

Inicios de las mujeres en el ámbito laboral

Los inicios de las mujeres en el ámbito laboral se remontan al siglo XIX con la industrialización. En principio la mano de obra era masculina, pero con el progresivo crecimiento de la industria, la población femenina se incorporó al trabajo. Las mujeres se vieron obligadas a compaginar las tareas domésticas con el empleo fuera de casa.

Ya en el siglo XX, con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres acabaron remplazando a los hombres en las fábricas, ya que estos se encontraban en el frente. Esta situación sentó un precedente: la mujer era capaz de realizar el trabajo que hasta entonces sólo había hecho el hombre.

De forma gradual, la población femenina ha ido sumándose al mercado laboral. Primero ocupando puestos tradicionalmente femeninos, como maestra, secretaria, enfermera o puericultora, hasta la situación laboral actual, en que las mujeres nos encontramos prácticamente en todos los sectores profesionales. Hoy muchas mujeres ostentan cargos de poder en el trabajo.

El acceso al empleo remunerado ha supuesto para la mujer el reconocimiento de un derecho identificado en la Constitución y la posibilidad de independencia económica con el consiguiente refuerzo de su desarrollo personal.
Pese a ello, la segregación del empleo sigue afectando más a las mujeres que a los hombres, ya que todavía ciertos sectores recelan de que las mujeres ocupemos puestos de nivel alto.
Las causas que probablemente están detrás de la decisión de no participar en el
mercado de trabajo, para las mujeres con edades comprendidas entre 25 y 45 años, son:

- Tener hijos menores.

- El cuidado de los niños.

- Pertenecer a una familia monoparental y tener rentas bajas

- Estar enfermo o no.

- Estar casada o viuda.

- Dedicar horas no remuneradas al cuidado de los niños

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