El procedimiento usual de toma de decisiones en la UE se
denomina "codecisión". Significa que el Parlamento Europeo,
directamente elegido, debe aprobar la legislación de la UE junto con el
Consejo, formado por los gobiernos de los 28 países miembros.
Antes de proponer nuevas iniciativas, la Comisión evalúa
sus posibles consecuencias económicas, sociales y ecológicas mediante las
"evaluaciones de impacto ", que analizan las ventajas y desventajas
de las posibles opciones.
La Comisión consulta también a las partes interesadas,
como por ejemplo las organizaciones no gubernamentales, las autoridades locales
y los representantes de la industria y la sociedad civil. Hay también grupos de
expertos que asesoran sobre cuestiones técnicas. De este modo, la Comisión
garantiza que las propuestas legislativas correspondan a las necesidades de los
interesados y evita trámites innecesarios.
Los ciudadanos, las empresas y las organizaciones pueden
participar en el procedimiento de consulta a través de la web de consultas
públicas.
Los parlamentos nacionales pueden expresar oficialmente
sus reservas si creen que es mejor tratar un asunto a escala nacional y no
europea.
El Parlamento Europeo y el Consejo revisan las propuestas
de la Comisión y proponen modificaciones. Si el Consejo y el Parlamento no
están de acuerdo en las modificaciones se efectúa una segunda lectura.
En esa segunda lectura, el Parlamento y el Consejo pueden
volver a proponer modificaciones. El Parlamento puede bloquear la legislación
propuesta si no está de acuerdo con el Consejo.
Si las dos instituciones están de acuerdo en las
modificaciones, la legislación propuesta puede adoptarse. En caso contrario, un
comité de conciliación Ingresa Francesa intenta buscar una solución. Tanto el
Consejo como el Parlamento pueden bloquear la propuesta legislativa en la
lectura final.
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